-¿Dónde está Manrique, dónde está vuestro señor? - preguntaba algunas veces su madre. - No sabemos - respondían sus servidores: - acaso estará en el claustro del monasterio de la Peña, sentado al borde de una tumba, prestando oído a ver si sorprende alguna palabra de la conversación de los muertos; o en el puente, mirando correr unas tras otras las olas del río por debajo de sus arcos; o acurrucado en la quiebra de una roca y entretenido en contar las estrellas del cielo, en seguir una nube con la vista o contemplar los fuegos fatuos que cruzan como exhalaciones sobre el haz de las lagunas. En cualquiera parte estará menos en donde esté todo el mundo.
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"Dove sarà Manrico?Dov'è il vostro signore?" - domandava qualche volta sua madre. "Non lo sappiamo" - rispondevano i servi : "Forse sarà nel claustro del monastero della Peña, seduto sul bordo di una tomba, tendendo l'orecchio per vedere di sorprendere qualche parola della conversazione dei morti ; o, sul ponte, guardando correre l'una dopo l'altra, le onde del fiume sotto gli archi; o raggomitolato nella fenditura di una roccia e occupato a contare le stelle del cielo, a seguir con lo sguardo una nube, o contemplare i fuochi fatui che guizzano come stelle cadenti sullo specchio della laguna. In qualunque posto sarà, meno che dove sta di solito la gente di questo mondo." |