Una noche, por último, aguijoneado por la curiosidad y deseando convencerme por mí mismo de que aquel objeto de terror nada tenía de misterioso, encendí una linterna, bajé a las prisiones, levanté sus dobles aldabas, y, no cuidando siquiera -tanta era mi fe en que todo no pasaba de un cuento- de cerrar las puertas tras mí, penetré en el calabozo. Nunca lo hubiera hecho; apenas anduve algunos pasos; la luz de mi linterna se apagó por sí sola, y mis dientes comenzaron a chocar y mis cabellos a erizarse. Turbando el profundo silencio que me rodeaba, había oído como un ruido de hierros que se removían y chocaban al unirse entre las sombras.

- "Una notte, finalmente, spinto dalla curiosità e desiderando sincerarmi dame stesso che quell'oggetto di terrore non aveva nulla di miterioso, accesi una lanterna, discesi nelle prigioni, tirai i doppi chiavistelli, e non badando nemmeno, tanto ero persuaso che tutto si riducesse a una novella, a serrare le porte dietro di me, penetrai nella segreta. Non l'avessi mai fatto! Appena mi fui inoltrato di pochi passi, la luce della lanterna si spense da sé, mi cominciarono a battere i denti, mi si rizzarono i capelli. Nel profondo silenzio che mi circondava avevo udito come un rumore di ferri che si movessero e urtassero scontrandosi tra le tenebre" -.