Así transcurrió el espacio de tres años; la historia del mal caballero, que sólo por este nombre se le conocía, comenzaba a pertenecer al exclusivo dominio de las viejas, que en las eternas veladas del invierno las relataban con voz hueca y temerosa a los asombrados chicos; las madres asustaban a los pequeñuelos incorregibles o llorones diciéndoles: ¡que viene el señor del Segre!, cuando he aquí que no sé si un día o una noche, si caído del cielo o abortado de los profundos, el temido señor apareció efectivamente, y como suele decirse, en carne y hueso, en mitad de sus antiguos vasallos.
"Così passarono tre anni; la storia del cattivo cavaliere, conosciuto ormai soltanto sotto questo nome, cominciava a far perte dell'esclusivo repertorio delle vecchie comari, che nelle eterne veglie dell'inverno le raccontavano con voce cavernosa e spaventevole ai ragazzi sbigottiti; le mamme facevano paura ai più piccini incorreggibili e piagnocoloni, dicendo: - Attenti che viene il signore del Segre! - quand'ecco che , non si sa se un giorno o una notte, se caduto dal cielo o vomitato dall'inferno, il temuto signore riapparve effettivamente e, come si suol dire, in carne ed ossa, in mezzo ai suoi antichi vassalli".