Pero aún quedaba algo por hacer; pues en vano, a fin de sujetarla, la colgaron de una horca; en vano emplearon la más exquisita vigilancia con el objeto de quitarle toda ocasión de escaparse por esos mundos. En cuanto las desunidas armas veían dos dedos de luz, se encajaban, y pian pianito volvían a tomar el trote y emprender de nuevo sus excursiones por montes y llanos, que era una bendición del cielo.
Aquello era el cuento de nunca acabar.
"ma rimenva dell'altro da fare; perchè inutilmente, per domarla, l'appiccarono a una forca; e inutilmente impiegarono la più diligente vigilanza per toglierle ogni occasione di scappare in giro per il mondo. Appena quelle armi vedevano un filo di luce, si riunivano, e pian piano riprendevano l'aria e le loro escursioni per i monti e i piani, cosa che era una benedizione del cielo!
Era una storia che non finiva più".