Satz 261 :
Sentía que se retorcían sobre mi garganta, que sus fríos hocicos buscaban mis labios.
Satz 262 :
Me encontraba medio sofocado por aquel peso que se multiplicaba constantemente.
Satz 263 :
Un asco espantoso, que ningún hombre ha sentido en el mundo, henchía mi pecho y helaba mi corazón como un pesado vómito.
Satz 264 :
Un minuto más, y me daba cuenta de que en más de un sitio habían de estar cortadas.
Satz 265 :
Con una resolución sobrehumana, continué inmóvil.
Satz 266 :
No me había equivocado en mis cálculos.
Satz 267 :
Mis sufrimientos no habían sido vanos.
Satz 268 :
Sentí luego que estaba libre.
Satz 269 :
En pedazos, colgaba la correa en torno de mi cuerpo.
Satz 270 :
Pero el movimiento del péndulo efectuábase ya sobre mi pecho.
Satz 271 :
L estameña de mi traje había sido atravesada y cortada la camisa.
Satz 272 :
Efectuó dos oscilaciones más, y un agudo dolor atravesó mis nervios.
Satz 273 :
Pero había llegado el instante de salvación.
Satz 274 :
A un ademán de mis manos, huyeron tumultuosamente mis libertadoras
Satz 275 :
Con un movimiento tranquilo y decidido, prudente y oblicuo, lento y aplastándome contra el banquillo, me deslicé fuera del abrazo y de la tira y del alcance de la cimitarra.
Satz 276 :
Cuando menos, por el momento estaba libre.
Satz 277 :
¡Libre! ¡Y en las garras de la Inquisición!
Satz 278 :
Apenas había escapado de mi lecho de horror, apenas hube dado unos pasos por el suelo de mi calabozo, cesó el movimiento de la máquina infernal y la oí subir atraída hacia el techo por una fuerza invisible.
Satz 279 :
Aquélla fue una lección que llenó de desesperación mi alma. Indudablemente, todos mis movimientos eran espiados.
Satz 280 :
¡Libre! Había escapado de la muerte bajo una determinada agonía, sólo para ser entregado a algo peor que la muerte misma, y bajo otra nueva forma.